domingo, 15 de junio de 2008

Tropiezo

Lo que había que mejorar con respecto al primer test (conducta, control de la pelota, definición) se hizo peor. Y lo que había que mantener del partido del sábado pasado en Rosario (tackle, presión, voluntad de ataque, protagonismo, organización, puntería de Federico Todeschini) esta vez no apareció. Entonces, la ecuación es simple: Los Pumas perdieron 26-16 con Escocia y de este modo no hubo fiesta completa en el estadio de Vélez, que esta tarde estuvo atestado por alrededor de 40 mil personas.
La derrota -la primera ante Escocia desde 1990- pega duro no sólo por el bajo nivel que mostró el equipo, sino porque era una gran oportunidad para ratificar el tercer puesto en el ranking del IRB de cara al sorteo de fin de año para el Mundial de Nueva Zelanda 2011. Australia, que hoy le ganó a Inglaterra, puede desplazar a Los Pumas, cuyo puntaje se verá perjudicado al caer de local ante un rival de peor ubicación (los británicos figuraban décimos).
De todos modos, no es cuestión de dramatizar. Sólo se perdió un partido en una tarde que cualquiera puede tener. No siempre tiene que salir todo bien. Hay tiempo para corregir con vistas al test que se viene ante Italia, en Córdoba. Adversario ideal para recuperar la confianza, más allá de que allí no estarán Felipe Contepomi, Juan Fernández Lobbe (se casa ese día) y su hermano Ignacio, el titán Nacho, quien hoy dio las hurras con la celeste y blanca. A propósito, el histórico segunda línea protagonizó un par de los hechos más emocionantes de este sábado: su try, su salida solitaria a la cancha, en primer termino, su conmovedor abrazo con Corcho antes de empezar el pleito y el saludo a Esteban Lozada, quien tomará la posta en ese puesto. Otro momento impactante fue la ovación que recibieron Marcelo Loffreda y Daniel Baetti cuando recibieron unas plaquetas.
Tal como se prevía, Escocia salió a atacar desde un comienzo. Debía hacerlo sí o sí ante la palidez que mostró en Rosario, frente a su complicado panorama en el ranking y ante los rumores de eyeccción de su entrenador Frank Hadden. Este, vale decirlo, acertó un pleno con los cambios, sobre todo con el ingreso del apertura Phil Godman, quien le dio a los backs mucho más electricidad que Dan Parks.
Los del Cardo abrieron la pelota desde el comienzo, atacando por el canal 1, ante unos Pumas estáticos, con problemas en la obtención (fallaron el line y el scrum), apelando demasiado a arrestos individuales y otra vez cargándose de penales. El infalible Chris Paterson (acertó 6 de 6 envios a los palos) abrió la cuenta a los 6, y a los 12, Todeschini falló un penal factible, aunque con fuerte viento en contra. El hoy wing alargó la cuenta a los 20 y dos minutos después, Lucas Borges se equivocó grueso: en vez de anular, quiso contratacar. Esquivó el primer tackle, pero enseguida se topó con dos; perdió la pelota y el hooker Ross Ford -otra de las figuras- apoyó. Paterson acertó otro penal -inconducta de Corcho Fernández Lobbe- y el primer tiempo quedó 16-0.
Se esperaba una reacción argentina en el segundo, pero pronto Todeschini falló otro penal accesible y a la jugada siguiente Paterson clavó el 19-0. Encima, a los 15, Felipe Contepomi se empecinó en seguir protestando y empujándose en una acción intrascendente con el pilar Euan Murray, y el árbitro irlandés Alain Rolland le mostró la tarjeta amarilla a ambos. Los Pumas, por si fuese poco, se quedaban sin su capitán.
Sin embargo, ahí se despertaron Los Pumas. Y levantaron al público hasta ahí quieto por el frío y por lo poco que entregaba el equipo. Con mucha verguenza y coraje, el pack levantó y acorraló a los escoceses. Nacho Fernández Lobbe apoyó el try convertido por Todeschini y los argentinos quedaban a 12 puntos faltando 20 minutos.
Bajo ese mismo esquema, Los Pumas tuvieron dos chances clarísimas. Primero, a Borges se le cayó increíblemente la pelota dentro del ingoal; después, tras una gran jugada de varias fases, el árbitro (bastante severo con los argentinos) sancionó un penal del otro lado por pisotear a instancias del juez de touch. Ese fue quizá el mayor déficit de los dirigidos por Santiago Phelan y Fabián Turnes: cometieron 12 penales, contra los 10 de Rosario.
Escocia asestó el golpe de nocaut a 7 del final. A Nicolás Vergallo le interceptaron un pase muy anunciado y el centro Graeme Morrison terminó bajo los palos. Ya en la última jugada, el bravo de Horacio Agulla -de lo mejor junto al menor de los Fernández Lobbe- acortó diferencias con un try que incluyó un gran salteo de Todeschini.
De todos modos, no puede soslayarse la fiesta que fue hoy Vélez. Los Pumas han logrado una identidad que hasta logra que las entradas se agoten antes que las del seleccionado de fútbol que jugará hoy con Messi y compañía. Hay una comunión entre la celeste y blanca y la gente (sobre todo los chicos) que si bien es histórica, se agigantó con esta generación que alcanzó el tercer puesto en el Mundial. Por eso, más allá del resultado, la de hoy fue una jornada para no olvidar para todo el rugby argentino.
Imagen: Try de Nacho Fernández Lobbe, en su despedida de Los Pumas (Gracias Nacho!!!)

1 comentario:

Anónimo dijo...

los pumas perdieron por que fue ivan!!!! a verlos