lunes, 2 de junio de 2008

Olímpico?

Se cree que la posibilidad de que el rugby sea aceptado en los Juegos Olímpicos se debe en buena parte a que el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el belga Jacques Rogge, tuvo un pasado como rugbier, incluso disputando siete test en el seleccionado de ese país. Pero si la ovalada logra romper la ausencia registrada desde París 1924 se debe a otros motivos que tienen que ver, esencialmente, con los económicos.
Rogge fue invitado VIP del International Rugby Board (IRB) y de los organizadores durante el último Mundial de Francia. Declaró públicamente que no se sintió atraído por el nivel de juego mostrado por las distintas selecciones, pero pudo comprobar no sólo que el rugby es hoy por hoy un deporte que atrae millones de billetes, sino que el Mundial ya se ha posicionado cómodamente como el tercer acontecimiento deportivo del planeta, detrás de los Juegos Olímpicos y del Mundial de fútbol.
Los estadios repletos y los poderosos sponsors alrededor le dan ahora al rugby una posibilidad de encontrar un lugar en los Juegos de Londres 2012. Qué mejor lugar que donde se inventó el rugby para el regreso. Claro que ante la imposibilidad de presentar al deporte en su formato tradicional -es imposible jugar de 15 porque los Juegos duran sólo dos semanas-, la cita sería con el Seven que, además, es más entretenido para los que no entienden y para la televisión.
Por eso, el IRB ha invitado especialmente a los popes del COI a la fecha del Circuito Mundial que se desarrollará este año precisamente en Londres. Allí participarán 24 seleccionados y se esperan vender 300 mil tickets.
Al COI le puede interesar el rugby -se estuvo cerca en los Juegos de Sydney del 2000, pero ni siquiera pudo la tradición rugbística de Australia- únicamente desde el lado comercial, mientras que el IRB necesita incorporarse al movimiento olímpico para ampliar su pirámide y extender sus contactos, sobre todo desde que el profesionalismo se declaró en 1995.
El contacto del rugby con los Juegos -no confundir con Olimpíada, que es el período de cuatro años que existe entre un Juego y otro- ha sido bastante pobre. Apenas cuatro intervenciones: en dos participaron sólo dos equipos y en las otras, tres. Incluso, las Uniones ni siquiera enviaron a selecciones, sino a conjuntos. A tal punto que el medallero lo encabeza Estados Unidos, invicto con dos oros.
En París 1900, el oro fue para Francia, que venció a Alemania por 27-17. Gran Bretaña se quedó con el bronce por diferencia de tantos, ya que cayó también ante les bleus, pero por 27-8.
Ocho años más tarde, en Londres, se jugó un solo partido, y fue, claro, por el oro. Australasia (así se llamaba en ese entonces) apabulló a los británicos por 32-3.
En Amberes 1920 se repitió la historia. Sólo dos equipos. Estados Unidos le ganó 8-0 a Francia. Los europeos denunciaron que sus rivales eran profesionales… A propósito, el rugbier norteamericano más importante de la primera mitad del siglo fue el famoso Jim Thorpe, un indio piel roja que ganó el oro en las duras pruebas atléticas de pentathlon y decathlon, y a quien el COI luego le quitó sus medallas al comprobar que jugaba profesionalmente al béisbol.
La última cita fue en París 1924. Además del local y Estados Unidos, participó Rumania, que cayó por goleada ante ambos (61-3 y 37-0). Los franceses presentaron un equipo poderoso, con varios integrantes del seleccionado que venía de ganar 5 Naciones. Había un fervor especial. Cuentan las crónicas de la época que el estadio Colombres estuvo desbordado por 40 mil personas el día de la lucha por el oro.
Pero, ante todos los pronósticos, los Estados Unidos ganaron por 17-3. Todo terminó en un escándalo cuando un espectador ingresó al campo para agredir a un jugador visitante. Batahola absoluta y chau al espíritu olimpico…
Sin embargo, el vínculo del rugby y el movimiento olímpico no concluye ahí. El impulsor del espíritu de los Juegos, el barón Pierre de Coubertein, era un fanático de la ovalada. Incluso, arbitró la primera final del campeonato francés, en la que Racing venció por 4-3 al Stade Francais, en 1892.
Un último dato, poco conocido es que la Unión Argentina de Rugby (UAR) estuvo a punto de mandar un equipo a los Juegos de 1924. Estaba integrado en su mayoría por jugadores del Club Atlético San Isidro (CASI), entre ellos el mítico Antonio Bilbao la Vieja. ¿Qué pasó? El viaje se frustró por cuestiones económicas. Las mismas por las cuales hoy el rugby y los Juegos están un poco más cerca.
La imagen corresponde a la final de los Juegos de París 1924 entre Francia-Estados Unidos

2 comentarios:

ivan dijo...

hola muy bueno el articulo! mi comentario: una verga son los juegos q solo ponen al rugby por la plata q esta moviendo! tmb sabemos q sirve para el rugby pero no es la mejor forma de entrar a los juegos olypicos! pero esta bueno q este el rugby en las olimpiadas! bueno! nos estamos viendo suerte! abrazo de pase try... ivansito ( peron )

Anónimo dijo...

ivan anda a primer grado, olyMpicos, imbecil!!!!